Shantala. El arte del masaje para bebés
Shantala es el nombre dado en Occidente a la técnica de masaje para bebés usada desde hace miles de años en la India. El Dr.Frederick Leboyer, médico, ginecólogo y obstetra francés, fue conocido inicialmente por su labor en favor de los derechos de los bebés promoviendo el parto sin violencia. En 1974 publicó el libro “Nacimiento sin Violencia”.
El Dr. Leboyer en uno de sus viajes a India, contempló a una mamá mientras masajeaba a su bebé en la calle de manera natural y se quedó impactado y maravillado frente a esta práctica. El nombre de esta mujer era Shantala y de ahí el nombre de esta técnica hoy reconocida internacionalmente bajo este nombre.
Shantala es un arte milenario, el arte de ofrecer nutrición emocional al bebé a través de nuestras manos, proporciona afecto y bienestar tanto a quien lo recibe como a quien lo da.
BENEFICIOS
• El masaje Shantala proporciona al bebé bienestar físico y psíquico, y potencia el vínculo entre el bebé y la madre. Dar un masaje a nuestro bebé es una de las formas más naturales para aprender a comunicarnos con el niño, establecer un vínculo estrecho con él y estimularlo en una forma no verbal.
• Entre sus múltiples beneficios se encuentran: ayudar a construir un vínculo amoroso con el bebé, favorecer la relajación y el sueño tranquilo y reparador del bebé, mejorar el sistema digestivo y metabólico, aliviar cólicos, estreñimiento, llanto, fortalecer articulaciones.
• En un momento de inseguridad, miedo, un buen abrazo, un masaje nos alivia.
¿Cómo podemos trabajar con el masaje para reforzar el vínculo?
Nunca es tarde para reforzar el vínculo, e incluso en la edad adulta podemos a través del masaje potenciar el vínculo con otra persona. Como padre o madre conocerás más a tu bebé, en qué estado está, cómo se siente. Te permite un momento de reconectar con tu bebé y también, descubrirte a ti en tu relación como padre/madre.
A través de las miradas. La mirada es el lenguaje del alma. Observa a tus hijos. La mirada nos permite ponerle imágenes al mundo y a través de la mirada podemos reforzar nuestro vínculo. La importancia de cómo somos mirados a la hora de construir nuestra identidad, así que aprovecha el momento de masaje para reforzar a tu bebé el sentimiento de amor y aceptación incondicional. También la sonrisa, estando presentes en este momento. Todos estos gestos nos ayudan a conocernos, reconocernos y potenciar nuestro bienestar.
¿Cuándo aplicar el masaje?
• En el primer mes del bebé, no realizamos el masaje en sí, sino caricias sutiles. También durante este periodo evitamos la cara del bebé. Son muchos estímulos para el bebé que acaba de nacer. Así que incorporamos el masaje poco a poco para que pueda ir integrándolo con calma.
• El masaje no se dará inmediatamente después de que haya tomado el pecho o el biberón.
• El masaje se puede aplicar por la mañana, y puede repetirse por la noche antes del sueño. Al masaje seguirá el baño que completará el efecto de relajación.
Pero lo más importante es buscar el momento adecuados para bebé y mamá.
Se debe evitar el masaje si el bebé tiene fiebre, gripe o alguna infección.
La práctica
• Como el niño debe estar desnudo, es importante que el masaje se dé en un ambiente cálido. Intentar evitar habitaciones ruidosas para que el bebé esté tranquilo y relajado.
• Antes de iniciar el masaje, tómate primero unos momentos para ti, para reconectar contigo, serenarte. Puedes cerrar los ojos y conectar con tu respiración, inhala profundamente y deja salir el aire con tranquilidad, observa como el aire de tu respiración recorre tu cuerpo y va creando un espacio sereno dentro de ti. Con esa sensación de calma comienza tu práctica. Recuerda que los bebés son especialmente sensibles, y si nosotros estamos nerviosos se lo vamos a transmitir. Así que cuídate primero a ti, y si sientes que este momento no es el idóneo, busca otro momento en el que puedas compartir el masaje con tu bebé desde un estado interno más saludable para ti y para tu bebé.
• El masaje se aplica con aceite vegetal preferentemente tibio (almendras, sésamo, caléndula, este último es especialmente recomendado para bebés y pieles sensibles).
• Originalmente la mujer debe estar sentada en el suelo. Piernas extendidas, espalda bien derecha, hombros distendidos. Si bien, busca siempre una postura que te resulte cómoda, manteniendo el contacto con tu bebé en todo momento.
• No existe un tiempo predeterminado. Lo mejor es olvidarse del reloj y que los padres se dispongan a brindarle a su hijo un tiempo de exclusividad y de disfrute.
• Sobre tus piernas coloca un toalla a mejor aún si lo prefieres en contacto directo con tu piel. Es prudente colocar una tela impermeable. El efecto de la relajación y el bienestar que produce el masaje probablemente provocará que vacíe su vejiga.
• Mantén el contacto visual en todo momento, este contacto de vuestras miradas es de gran importancia, aprovecha este momento para comunicarte con tu bebé con amor, no son necesarias las palabras, tu lenguaje serán tus manos y tu presencia consciente y amorosa.
• Los movimientos que se realizan son suaves y envolventes.
• Coloca aceite en tus manos y frótalas para evitar que estén frías y llenarlas de energía.
Siempre pedimos permiso al bebé y respetamos su respuesta.
Si en este momento el bebé no desea recibir el masaje, respetamos su decisión.
Bibliografía: “Shantala, un arte tradicional, el masaje de los niños” (Frédérick Leboyer, Editorial Lancelot)
Vídeo en el que puedes ver la práctica: